Las circunstancias han causado que no haya hecho el camino con mi hermandad de Triana, sino con la hermandad de Sevilla. Ha sido un camino distinto pero precioso, donde he vivido nuevas experiencias y he conocido a personas maravillosas.
Todos los trajes que he lucido durante el camino son diseñados por mi.
Para la salida lucí un vestido realizado en crêpe bourdeos, con parte superior ablusada, y lo combiné con un ramillete de claveles y rositas en tonos verde agua y rojo y unos pendientes dorados con piedras naturales.
El segundo día de camino opté por un combinación de falda en color añil, muy de moda y favorecedor con una original blusa blanca con lunares negros, como complementos un ramillete de margaritas, lirios y claveles y unas pequeñas argollas labradas.
Para llegar a la aldea me decanté por una bata estampada, muy cómoda de nesgas con un solo volante, complementada con un mantoncillo de lino y unas rosas.
Las imágenes hablan por sí solas, así que no hay nada más que escribir.
Espero que os encanten.
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